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En México, el proyecto “Protección del Clima en la Política Urbana de México“ (CiClim) (2017-2022) de la Iniciativa Climática Internacional (IKI) contribuyó a una disminución de CO2 a través de la planificación urbana sostenible.
La visión se compuso de tres ejes principales: planificación urbana, movilidad urbana sostenible e integración de servicios ecosistémicos. De esta manera, el proyecto se centró en generar evidencia y lecciones aprendidas a partir de prototipos y casos de implementación, lo que se sistematizó en buenas prácticas y experiencias locales a partir de acciones en territorios hasta el desarrollo de políticas nacionales de desarrollo urbano.
México es altamente vulnerable a los impactos del cambio climático debido a sus características geográficas y condiciones sociales desfavorables; y es a nivel local donde la población se ve directamente afectada por eventos climáticos extremos: lluvias torrenciales, huracanes, altas temperaturas y sequías, que resultan en inundaciones, deslizamientos de tierra, islas de calor e incendios, entre otros.
Para brindar soluciones a estos desafíos, el proyecto trabajó en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y con más de nueve ciudades para impulsar estrategias y programas con impacto en su territorio.
Dentro del desarrollo urbano hay dos aspectos principales: la planificación y el diseño urbano. Fueron estos dos caminos principales donde el proyecto centró sus recursos. Su objetivo fue generar espacios para el diálogo y la construcción de una narrativa que demuestre que las ciudades son la clave para la transformación climática.
Las ciudades están llamadas de manera urgente a actuar por el cambio climático. En la perspectiva del proyecto, una ciudad es el lugar donde se promueven ideas innovadoras desde la perspectiva de la planificación urbana sostenible: integración de los servicios ecosistémicos a través de la infraestructura verde; movilidad no motorizada y segura y espacios públicos que promuevan la inclusión de grupos vulnerables.
Junto con sus contrapartes, el proyecto creó conciencia sobre formas innovadoras de «hacer ciudad» en cinco ciudades piloto (León, Morelia, Tlaquepaque, Hermosillo y Mérida) y 3,000 funcionarios públicos fueron capacitados en “Diseño de calles e infraestructura verde“ (2019-2021) e “Introducción a la sustentabilidad urbana“ (2018-2020).
Una vez que se ha logrado la comprensión de los conceptos de desarrollo urbano sostenible, las ciudades (contrapartes) redujeron las emisiones de CO2 a través de la construcción de más de 50 kilómetros de ciclovías (ciclovías emergentes e infraestructura permanente) y con proyectos de espacio público accesible y seguro en más de 20 municipios de México (2020-2021). Además, el proyecto apoyó a contrapartes federales y locales para fortalecer el diseño urbano sostenible, como la ciclovía Tlaquepaque (2019) que permite capturar e infiltrar el agua de lluvia en los acuíferos.
Se identificaron lecciones aprendidas para demostrar el éxito de la visión de sostenibilidad. Las contrapartes desarrollaron instrumentos, mecanismos, estándares y directrices en 16 publicaciones técnicas (2018-2022). Los conceptos de sustentabilidad se han integrado como condición previa en los procesos de planeación y permiten calcular la contribución de México en la mitigación y adaptación al cambio climático (informe NDC 2021). Se evaluó una Ley Federal de Movilidad y Seguridad Vial que finalmente entró en vigor en mayo de 2022. La Ley proporciona la base para modos de transporte más eficientes, seguros y sostenibles, desde su planificación hasta su implementación.
El proyecto CiClim hizo las cosas de manera diferente: hablar del proyecto significa hablar de compromiso y pasión por querer un país mejor y proteger el clima, pero sobre todo por trabajar juntos en un diálogo de comprensión y escucha entre las contrapartes, la sociedad civil, las comunidades y el sector privado.
Con este enfoque, el proyecto ha creado buenos ejemplos que motivan a otros gobiernos locales, organizaciones internacionales y otros actores a tomar un camino similar.
El proyecto “Protección del Clima en la Política Urbana de México“ (CiClim) (2017-2022) se implementó a través de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) en México por encargo del entonces Ministerio Federal alemán de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU), hoy (2023) Ministerio Federal alemán de Economía y Protección del Clima (BMWK).