Debido a los acelerados procesos de urbanización, se prevé que México pase de 77 por ciento de la población que habita en la actualidad en zonas urbanas a 83.2 por ciento en el año 2030 [1] [2]. Muchas veces esto es ocasionado por el desarrollo económico o potencial del desarrollo que presenta una región.
Las actividades en los centros urbanos varían en función del tipo de economía de acuerdo con sus características ambientales, por ejemplo, en las ciudades costeras, el turismo representa su principal actividad económica. Además, en estas ciudades costeras existe una alta tasa de crecimiento poblacional que impulsa el desarrollo y la economía local. Destacan ciudades como Cabo San Lucas, Playa del Carmen, Puerto Vallarta y Manzanillo.
Al mismo tiempo que el desarrollo socioeconómico continua en crecimiento, la urbanización es un importante impulsor del cambio ambiental. Los impactos son complejos y se presentan a varias escalas, comprendiendo temas sociales, económicos y ecológicos, y que van desde cambios en la interacción social hasta la pérdida de los ecosistemas. Esto último, afecta de tal manera que en las ciudades costeras nos enfrentamos al deterioro en cantidad y calidad de los recursos hídricos, a la erosión del suelo y playas, al cambio de la cobertura vegetal, a la deforestación de manglares, fragmentación y deterioro de humedales, daño de arrecifes, a la pérdida de biodiversidad, entre otros. En consecuencia, la calidad de vida de las y los habitantes de estas ciudades disminuye.
El entorno natural genera servicios ecosistémicos que brindan beneficios a las personas como agua limpia, alimentos, la regulación de las enfermedades y el clima, además de apoyar la recreación. Aunque aún hay deficiencias en los métodos actuales para valorar los bienes naturales, a nivel mundial se estima que el valor de estos servicios es de 125 billones de dólares [3]. Desafortunadamente, los servicios ecosistémicos no reciben la atención adecuada en las políticas y las normativas económicas ni en la planeación urbana y territorial.
Por ello, es vital transitar hacia ciudades costeras sustentables donde los servicios ecosistémicos sean valorados e integrados en la planeación y gestión urbana y territorial para crecer ordenada y sustentablemente. Para ello, se debe socializar y concientizar sobre la dependencia que las y los pobladores urbanos costeros tienen de los ecosistemas dentro y en los alrededores de las ciudades, de tal manera que estos sean considerados tanto en los instrumentos de ordenamiento urbano y territorial como en sus mecanismos participativos para avanzar en la toma de decisiones.
Asegurar que los servicios ecosistémicos sean valorados y utilizados en la toma de decisiones no solo presenta desafíos técnicos, como la identificación, mapeo y valoración de los mismos servicios ecosistémicos, sino también desafíos sociopolíticos y económicos.
Para conocer mejor estos desafíos en México, dialogamos con dos expertos, Luis Alberto García Castañeda, director del área de Geografía y Análisis Espacial del Instituto Municipal de Planeación de Morelia (IMPLAN), ciudad con la que GIZ México ha colaborado y alcanzado resultados en proyectos de desarrollo urbano sustentable, así como el Dr. Alfonso Iracheta Cenecorta, coordinador de Estudios Urbanos y Ambientales del Colegio Mexiquense. Este diálogo forma parte de nuestra serie de charlas “Encuentro de Saberes: Repensando las ciudades desde la biodiversidad”, del proyecto Desarrollo Sustentable en regiones costeras urbanas mediante la integración de servicios ecosistémicos y biodiversidad, de la GIZ México. En nuestro encuentro titulado “Ciudades costeras: por una planeación urbana donde la biodiversidad importe” identificamos temas sociopolíticos relevantes, que nuestros invitados aportaron para la reflexión.
Se identificaron tres aspectos clave. Primero, al convertir el suelo en una mercancía, el enfoque del sistema económico imperante impacta muchas veces de forma negativa sobre la biodiversidad. La mercantilización del espacio y el suelo representa un desafío difícil de resolver. Una vez que se les da un valor comercial a las zonas costeras, pareciera ser que lo importante es ocuparlas solo para su desarrollo comercial, sin considerar su valor ambiental. De ahí que es importante combinar estos valores a través de distintos instrumentos de planeación y gestión.
En segundo lugar, está la necesidad de integración. El problema de muchas administraciones públicas, incluyendo a México, es una gestión basada en la división por sectores (ambiental, urbano, agrícola, etc.), limitando un trabajo colaborativo. Todos los sectores y los territorios son una única realidad socioeconómica territorial y ambiental en la que no debe haber división, por ejemplo, entre un municipio y una ciudad. Debemos abandonar la fractura que existe entre la planificación ambiental y la planificación territorial y urbana, incluyendo la prevención de riesgos. Se requiere entender esta perspectiva integrada desde el todo y no desde la división.
En tercer lugar, las decisiones del uso del suelo se toman sin pensar en las y los usuarios ni en los sectores que están relacionados con el territorio, se toman decisiones individuales que nos llevan a la crisis que se vive actualmente en las ciudades costeras. En este sentido vale la pena reconocer quiénes son los actores que impactan de manera importante el crecimiento urbano y la sostenibilidad de las ciudades, esto con el enfoque primordial de planificar, gestionar y actuar CON estos actores y no solo para ellos. La palabra “con” es fundamental porque establece el vínculo a nivel gobernanza territorial entre gobierno y actores sociales, lo que implica reestructurar el modelo de planeación-gestión-acción actual.
Como corolario, hacemos eco de la reflexión del Dr. Alfonso Iracheta, quien dijo que “se requiere un acuerdo social y político para enfrentar el fenómeno de pérdida de biodiversidad en ciudades costeras mexicanas. La biodiversidad es la esencia de la vida, y si no entendemos esto, difícilmente vamos a tener una ciudad más ordenada y sustentable”.
Referencias
[1] Zubicaray, G., Brito, M., Ramírez Reyes, L., García, N., y Macías, J. 2021. Las ciudades mexicanas: tendencias de expansión y sus impactos. Coalition for Urban transitions: London, UK, y Washington, DC. Disponible en: https://urbantransitions.global/wp-content/uploads/2021/02/Las_ciudades_mexicanas_digital.pdf
[2] México ¿Cómo Vamos? 2021. Entre finales de 2019 y 2020, casi 5 millones de personas cayeron en una situación de pobreza. México ¿cómo vamos? Disponible en: https://mexicocomovamos.mx/publicaciones/2021/02/entre-finales-de-2019-y-2020-casi-5-millones-de-personas-cayeron-en-una-situacion-de-pobreza/
[3] FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 2021. Servicios Ecosistémicos y Biodiversidad. Disponible en: http://www.fao.org/ecosystem-services-biodiversity/es/
Ciudad de México, 17 de agosto 2021. Este martes se llevó a cabo el evento “Enfrentado el Cambio Climático desde las Ciudades”, que tuvo como objetivo dar a conocer, en voces de las contrapartes y aliados, el trabajo y los resultados derivados de la cooperación técnica del programa “Protección al Clima en la Política Urbana de México (CiClim)” de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) en México, que trabaja por encargo del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear.
El evento comenzó con unas palabras de bienvenida e introducción por parte de Xóchitl Cantellano, Coordinadora Ejecutiva de CiClim, seguida por la proyección de un video donde se mostraron algunos resultados del proyecto en las distintas ciudades donde se trabajó.
Se contó con un panel donde se presentaron diversos proyectos que se están implementando en el marco del proyecto. El primero fue sobre la Conservación de la Biodiversidad en la Planeación Urbana, donde María del Carmen Mejía Alba, Directora General de Medio Ambiente del Ayuntamiento de León, Guanajuato, comentó que se está trabajando en la recuperación de servicios ambientales, que eviten la expansión de la mancha urbana y contribuyan a la recuperación de los servicios ecosistémicos. Además, mencionó que se han definido 23 indicadores que ayudan a evaluar y monitorear el estado actual y progreso en la conservación de la biodiversidad existente en León.
A continuación, César Flores, Director General del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) de Morelia, Michoacán, mencionó que desde 2017 la ciudad cuenta con un Programa Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU) con criterios de servicios ecosistémicos y cambio climático. A partir del apoyo de la GIZ México, IMPLAN Morelia ha incluido en su PMDU la descripción de áreas valor ambiental, atención de riesgos, estrategias de gestión ambiental, movilidad y densificación con una perspectiva de atención al cambio climático tanto en mitigación como adaptación.
Como un ejemplo de una iniciativa liderada por una organización de la sociedad civil, Hugo Moreno, de la Asociación Bukis a la Calle, compartió la estrategia Visión Cero en Hermosillo. Esta iniciativa busca mejorar las condiciones para los peatones a través de una estrategia integral de seguridad vial que busca tener cero muertes y cero discapacidades/lesiones graves por accidentes viales (vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 3 y 11). Algunas de las acciones realizadas fueron la creación de 400 metros cuadrados de cebras peatonales, la reducción de distancias de cruces, la habilitación de ciclovías, y el planteamiento de árboles.
En la Zona Metropolitana de Guadalajara se creó un Proyecto de Movilidad e Infraestructura Verde, el cual fue presentado por Mónica Castañeda de la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública de Jalisco. La zona metropolitana sufre de inundaciones que ocasionan severos daños a las vialidades, por lo que se implementaron soluciones de infraestructura verde en una ciclovía que conecta dos vialidades principales, como jardineras infiltrantes, que ayudan a evitar encharcamientos y mejorar las condiciones de seguridad vial de los ciclistas.
La última intervención en el panel fue de Claudia Acedo, de la empresa CAFFENIO, en la cual en un punto de venta de café se han incorporado elementos de infraestructura verde, como un muro verde, una jardinera infiltrante y la conservación de árbol al interior, los cuales han contribuido a una reducción del consumo de agua y energía en 57 y 24 por ciento, respectivamente, además de generar conciencia ambiental entre los clientes. Claudia resaltó que uno de los aprendizajes del proyecto es que las alianzas entre el sector privado y público ayudan a tener más alcance y a generar proyectos de mayor impacto.
Una vez concluido el panel, Sergio Mendoza, Director General de Fomento Ambiental Urbano y Turístico de la SEMARNAT, mencionó que este tipo de proyectos motivan a otras ciudades con ejemplos de cómo aterrizar la política urbana y ambiental nacional a nivel local. Además, mencionó que los tres enfoques de trabajo de CiClim (planeación urbana, movilidad urbana sustentable y servicios ecosistémicos) han sido clave para la implementación de acciones relevantes para la mitigación y adaptación al cambio climático. También resaltó que es fundamental continuar con la iniciativa de la Agenda Urbano-Ambiental entre la SEDATU y la SEMARNAT.
Por su parte Diana Quiroz, Directora de Políticas Pública de la Unidad de Planeación y Desarrollo Institucional de la SEDATU, comentó que el proyecto CiClim ha impulsado soluciones para combatir la crisis climática y sanitaria que seguirán siendo temas prioritarios, sobre todo ante los últimos reportes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Resaltó que uno de los factores de éxito ha sido la colaboración y coordinación entre distintos actores, pero también el esfuerzo para romper con la visión sectorizada y buscar coordinar las agendas ambientales y urbanas.
La sesión concluyó con unas palabras de agradecimiento y cierre por parte de Xóchitl Cantellano de la GIZ México e hizo una invitación a participar en los Grupos de Acción de Cambio Climático en donde se mostrarán más casos de éxito sobre recuperación verde, acción climática local y ciudades digitales que se llevarán a cabo los días 1, 2 y 3 de septiembre de manera virtual.
La exitosa cooperación entre Alemania y México se remonta a la década de 1970. Desde entonces, la GIZ asesora al gobierno mexicano y a otros tomadores de decisión. Implementa programas por encargo del Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) y del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU), en el marco de la Iniciativa Internacional para la Protección del Clima (ICI). Además, la GIZ en México ejecuta proyectos por encargo del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores (AA), del Ministerio Federal de Economía y Energía (BMWi), lo mismo que de instituciones internacionales como la Unión Europea.
Los objetivos generales de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable son principalmente: proteger los bienes ambientales públicos y globales y fomentar el desarrollo sustentable, a través de los enfoques temáticos como: la protección y el uso sustentable de la biodiversidad; el fomento de la buena gobernanza y el fortalecimiento de la sociedad civil y del estado de derecho, el desarrollo urbano e industrial considerado con el medio ambiente; energía sustentable y la protección del clima.
Presentaciones del evento “Enfrentado el Cambio Climático desde las Ciudades”.
Las ciudades son espacios complejos cuya organización, crecimiento e interacciones tienen repercusiones ambientales, sociales y económicas. Al mismo tiempo, las ciudades cuentan con un gran potencial para diseñar e implementar soluciones colectivamente y adaptarse más rápidamente a los cambios climáticos que vivimos actualmente en el planeta. Además, los impactos, frecuencia y costos asociados a los efectos del cambio climático van en aumento. Particularmente, las personas que viven en condiciones de desigualdad social en las ciudades son quienes afrontan mayores consecuencias y afectaciones.
La forma del desarrollo urbano de hoy determinará en gran medida el nivel de acceso a espacios públicos más verdes, a una mejor calidad del aire, a calles más seguras y con más confort, y al transporte multimodal que priorice caminar o ir en bicicleta. Asimismo, incorporar elementos o sistemas de infraestructura verde en la planeación urbana permite aprovechar mejor los recursos que pueden ser escasos y dar respuesta a problemáticas de gestión de agua, islas de calor, y tomar mejores decisiones ante el cambio del uso del suelo y su conectividad con áreas naturales protegidas.
En los últimos 30 años, mientras la población urbana en México se duplicó, la mancha urbana se extendió en promedio 10 veces (1), lo que provocó una expansión fragmentada, dispersa y desconectada. En consecuencia, esto genera mayores emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y profundiza la desigualdad social. Al mismo tiempo, esta tendencia de crecimiento desorganizado no ayuda a que se reduzcan las emisiones del sector transporte, principal emisor de GEI a nivel nacional con el 26 por ciento en 2015 (2), y este porcentaje puede ser aún mayor en las emisiones a nivel local.
Debido al rápido crecimiento urbano en el país que, por lo general, no considera las limitantes ecológicas, tampoco se ha logrado valorar e integrar los ecosistemas naturales de manera adecuada. Hoy en día, en México se han perdido alrededor del 50 por ciento de los ecosistemas por diversas razones (3), y la urbanización acelerada contribuye a su degradación. Además, los ecosistemas naturales tienen ciclos y patrones definidos, los cuales se han alterado debido al cambio climático y a su vez, han vuelto a las ciudades más vulnerables a altas temperaturas, inundaciones y sequías.
Combatir al cambio climático desde las ciudades mexicanas ha sido un tema prioritario que GIZ México ha apoyado desde 2017. Hoy, ese trabajo se materializa en el documento Lecciones aprendidas del proyecto Protección del Clima en la Política Urbana de México (CiClim) 2017-2020, que procesa y aprovecha los conocimientos -tanto existentes como nuevos- para compartir las soluciones creativas y experiencias a otras ciudades, a la Federación y a los aliados.
Los impactos se dividieron para una mejor comprensión de su alcance en cuatro categorías: información para la toma de decisiones, momento de cambio, posicionamiento institucional e instrumentación práctica. Con este documento, buscamos que se consulten y se conozcan casos de éxito y sus respectivos actores para estimular el potencial que ya existe en las ciudades en el camino de diseñar ciudades resilientes, inclusivas y saludables.
A continuación, presentamos algunos de los casos de éxito que hemos impulsado desde GIZ México a través del proyecto Protección del Clima en la Política Urbana de México.
Para que las generaciones futuras tengan acceso al agua y aire de mayor calidad y tener una vida digna, se logró integrar el valor económico y social de los servicios ecosistémicos en la planeación de las ciudades. Esto ha servido para que ciudades como León, Guanajuato y Morelia, Michoacán fomenten y regulen la protección de las áreas naturales y su biodiversidad en las periferias dentro de sus instrumentos de planeación urbana.
El Plan Municipal de Desarrollo Urbano y de Ordenamiento Territorial y Ecológico 2020 – 2045 de León incluye una propuesta de modificación a la normatividad que favorece los incentivos para la consolidación y densificación urbana que permita mejorar la conectividad de calles y usos mixtos, como medio para promover una ciudad más compacta. Al interior del municipio, se lograron alinear mejor los esfuerzos para proteger la biodiversidad y medir su impacto a través de indicadores clave. Esto consolidó varios procesos como el diseño de un programa de Renaturalización Urbana o el diseño de una paleta vegetal con especies más resilientes.
En el Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Morelia 2020-2040, se utilizaron escenarios de densificación y un sistema de geolocalización y priorización de áreas de valor ambiental como instrumentos para definir las zonas urbanizables y fomentar un mejor aprovechamiento de las zonas urbanas. Con esta información, el Ayuntamiento está en trámite ante el estado para otorgar la categoría de protección a dos áreas más con alta importancia para la recarga hídrica de la ciudad.
En cuanto a priorizar acciones para la movilidad no motorizada, en Hermosillo, se implementó la estrategia Visión Cero en conjunto con los colectivos ciclistas y en estrecha coordinación con el municipio para incrementar la seguridad vial y fomentar la movilidad peatonal y ciclista que contribuye a la reducción de emisiones GEI. Además, se desarrolló la aplicación móvil Ruedo Contigo para promover viajes en bicicleta seguros en compañía de otros usuarios más experimentados. Por otro lado, Mérida instrumentalizó su Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS), dando paso a intervenciones de urbanismo táctico para diseñar, junto con la comunidad, calles más seguras y para un mayor disfrute de los barrios del centro histórico.
El sector privado se sumó a incorporar elementos de infraestructura verde en una de las sucursales de la cafetería CAFFENIO en Hermosillo, las cuales incluyen: muro verde, jardín infiltrante y un árbol al interior. Entre los principales beneficios se encuentran un ahorro del 57% de agua y un ahorro de 40% de energía, además se instalaron racks para las bicicletas de los clientes. Este proyecto demostrativo se pudo llevar a cabo gracias a la coordinación entre el sector privado y el público, y se espera que sea replicado en otras sucursales para traer más beneficios en pro del clima e incrementar el confort en los usuarios.
En la Zona Metropolitana de Guadalajara, en el municipio de Tlaquepaque, la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública de Jalisco incluyó confinadores con infraestructura verde durante la rehabilitación de la ciclovía de la Av. Camino al ITESO, derivado del Diplomado de Calles e Infraestructura Verde y el acompañamiento del proyecto. Este diseño permite una mejor filtración de agua en la zona, lo cual reduce los encharcamientos y por lo tanto mejora la experiencia de ciclistas y peatones que utilizan esta vialidad. Esta intervención es analizada por otros municipios de la zona metropolitana para incluirla en los diseños de próximas ciclovías y espacios públicos.
Ahora presentamos algunas lecciones aprendidas durante los últimos tres años, donde, derivado de la situación de la pandemia por el COVID-19, se aceleró la toma de decisiones para cambiar el territorio con la premisa “No podemos seguir igual que como estábamos antes”.
Cooperación para lograr resultados
El valor agregado del proyecto es el enfoque de cooperación con orientación al desarrollo de proyectos demostrativos; en este sentido, es igual de importante el proceso de cooperación como la infraestructura construida. Esta infraestructura es resultado de la coordinación entre diversas autoridades, en donde uno de los elementos más importantes fue identificar actores clave que pudieran articular al resto de los involucrados. Queda pendiente la pregunta ¿cómo desarrollar dichas soluciones a una escala más grande, como la metropolitana, y en menor tiempo?
Aliados en el territorio
La suma de aportaciones desde el sector privado, el fortalecimiento de organizaciones locales de la sociedad civil y la relación con la academia fueron esenciales en los logros en cada ciudad. Para la GIZ, es fundamental que cuando un proyecto termina se asegure una apropiación y permanencia en el tiempo a través de estos aliados, ya que ellos y ellas entienden mejor las necesidades, puntos de mejora y acciones idóneas para sus territorios.
Enfoque urbano-ambiental
La concurrencia de esfuerzos (voluntad e interés) y el encuentro de visiones distintas y atribuciones territoriales son sinergias indispensables para que lo ambiental se vuelva transversal en los tópicos urbanos, pero también que el desarrollo urbano se considere dentro del sector del medio ambiente. Un factor de éxito es que estratégicamente se conciba el mismo objetivo, quizá con múltiples beneficios, pero que articule los esfuerzos hacia una meta en común. Una tarea pendiente es seguir visibilizando ejemplos y casos de éxito de esta sinergia urbano-ambiental, sin importar la escala y el lugar; entre más diverso, más atractivo es el aprendizaje.
Estos casos de éxito arropan y confirman la importancia de un posicionamiento intersectorial entre la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) como lo es la Agenda Urbano Ambiental.
Presupuesto con enfoque climático
Etiquetar el presupuesto, local o federal, es fundamental para pasar del diseño de obra a la construcción de infraestructura con enfoque en atención al cambio climático y así asegurar los resultados. Actualmente, existen municipios que ya cuentan con iniciativas en marcha y presupuesto asignado, donde, si existe apertura, se podrían hacer ajustes que permitirían incluir criterios de atención al cambio climático o innovaciones.
Fortalecimiento de capacidades institucionales y personales
La capacitación a personal institucional y la adopción de nuevos conceptos deben asumirse como procesos continuos. Por ejemplo, actualmente la Federación cuenta con una oferta de capacitación a los municipios para incluir un enfoque urbano-ambiental. Además, el asesoramiento entre pares produce una mejor comprensión de metodologías y experiencias aprendidas.
Una de las tareas pendientes es procurar integrar -idealmente desde el inicio- al binomio de la movilidad no motorizada e infraestructura verde (biodiversidad y agua) dentro de la mejora del espacio público.
En tanto, lograr beneficios a corto plazo para una mejor calidad en la vida de las personas no está en disputa con una adecuada planeación a largo plazo. Y viceversa, contar con una excelente estrategia o plan es sin duda un acto necesario, pero no garantiza que exista un menú de acciones de arranque rápido y con financiamiento etiquetado para llevarlas a cabo.
“Cada paso, cada conversación e intervención suma, no esperemos a tenerlo todo resuelto para accionar”
Para consultar más información y experiencias sobre cómo combatir el cambio climático desde las ciudades, descarga el documento Lecciones aprendidas del proyecto Protección del Clima en la Política Urbana de México.
Referencias
1. Aguilar, A. G., Vázquez, M. I. (2000). Crecimiento urbano y especialización económica en México. Una caracterización regional de las funciones dominantes. Instituto de Geografía de la UNAM, 2000.
2. INECC. (2018). Inventario nacional de emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero 2015. Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. https://www.gob.mx/inecc/acciones-y-programas/inventario-nacional-de-emisiones-de-gases-y-compuestos-de-efecto-invernadero
3. CONABIO. (2018). ¿Por qué se pierde la biodiversidad? Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. https://www.biodiversidad.gob.mx/biodiversidad/porque
Este evento tiene como objetivo brindar un espacio de intercambio entre servidores públicos de municipios, estados y federación de México para escuchar de primera mano más de 30 experiencias de implementación de proyectos de mitigación, adaptación y resiliencia ante el cambio climático, realizados principalmente con la cooperación de GIZ México.
Además, ciudades alemanas compartirán sus experiencias sobre el desarrollo de proyectos contra el cambio climático y cómo aportan a las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional y europeo.
Este evento es la continuación de los Grupos de Acción de Cambio Climático 2020.
Fechas: 1, 2 y 3 de septiembre de 2021
Horario: de 9:00 a 18:30 hrs.
Evento virtual: MS Teams
Agenda
En la segunda charla del Encuentro de saberes: repensar las ciudades costeras desde la biodiversidad, platicaremos sobre la importancia de considerar a la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en la planeación urbana y territorial, comenzando desde las políticas públicas y con la participación colectiva. Además, abordaremos las razones por las que en México no han sido considerados franca e integralmente los servicios ecosistémicos en la planeación de las ciudades costeras, y por qué un tema de tan importante va ganando interés hasta ahora.
En esta sesión nos acompañan Luis Alberto García Castañeda, de la Dirección de Geografía y Análisis Espacial de IMPLAN Morelia, y Alfonso Iracheta Cenecorta, Coordinador de Estudios Urbanos y Ambientales del Colegio Mexiquense.
Fecha y hora:
11 de agosto de 2021,
17:00 hrs.
Síguelo a través del siguiente enlace:
Este evento tiene por objetivo compartir lecciones aprendidas sobre la implementación de acciones para enfrentar el cambio climático desde las ciudades. Se compartirán los casos de éxito logrados en GIZ México en conjunto con el gobierno federal y los gobiernos locales y que han sido sistematizados en el documento “Lecciones aprendidas del Proyecto de Protección del Clima en la Política Urbana CiClim 2017 – 2020”.
El evento contará con la participación de actores locales y organizaciones de la sociedad civil, que en colaboración con GIZ México, han llevado a cabo acciones para impulsar la conservación de la biodiversidad urbana, programas municipales de desarrollo urbano con criterios de servicios ecosistémicos y cambio climático, iniciativas locales de seguridad vial, movilidad urbana sustentable e infraestructura verde, entre otros.
Para dar cierre al evento, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) compartirán su visión sobre la relevancia de las acciones climáticas urbanas y la necesidad de coordinar esfuerzos entre el sector urbano y el ambiental.
Fecha y hora: 17 de agosto de 2021, 11:00 a 12:00 hrs.
El miércoles 28 de julio comenzaremos un ciclo de encuentros para repensar las ciudades costeras desde la biodiversidad. A lo largo de los próximos nueve meses, nos acompañarán personas que han sido claves en el desarrollo de experiencias para integrar la biodiversidad en la dinámica urbana. Así, abordaremos los retos, necesidades y posibilidades para implementar acciones que nos permitan construir ciudades costeras resilientes, prósperas y sanas a partir de la conservación de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos.
Tocaremos temas sobre la planeación del territorio y las ciudades, la relación de la biodiversidad con las actividades económicas que se llevan a cabo en las ciudades, el vínculo entre los ecosistemas costeros como manglares y humedales en la protección, salud y bienestar de las personas que habitan las ciudades, así como temas sobre la gobernanza, el financiamiento y los esfuerzos de comunicación necesarios para llevar a buen término las iniciativas para integrar la biodiversidad en las ciudades.
Estos diálogos se realizan en el marco del proyecto Desarrollo sustentable de regiones costeras urbanas mediante la integración de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos (BIOCITIS), implementado por la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) por encargo del encargo del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), en colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
En la primera charla, Ciudades costeras y biodiversidad en el contexto de la agenda urbano ambiental, nos acompañan Sergio Mendoza de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y Javier Garduño de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Platicaremos sobre la relación entre la biodiversidad y las ciudades, así como los retos y beneficios de implementar la Agenda Urbano Ambiental en las ciudades costeras.
Fecha y hora:
28 de julio de 2021,
17:00 hrs.
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