Al ser donde convergen muchas actividades económicas y de crecimiento urbano acelerado, las costas y sus ecosistemas son zonas donde también la población sobrepasa el uso del espacio y los servicios tanto públicos como ecosistémicos, lo cual conlleva conflictos y retos ambientales.
Para comentar más a cerca de este tema, dedicaremos nuestra charla del Encuentro de saberes Repensar las ciudades costeras desde la biodiversidad a una sesión titula Diversificación económica, ruta sostenible de las ciudades costeras.
En esta ocasión nos acompañarán de la UNAM la Dra. Sophie Ávila Foucat, del Instituto de Investigaciones Económicas IIE, el Dr. Edgar Torres Irineo, de la ENES Mérida, y la Dra. Laura Elena Vidal Hernández, de la Facultad de Ciencias.
Dejar a los niños en la escuela, ir a servicios médicos, realizar la despensa de la semana, ir a trabajar y hacer la limpieza de la casa son solo algunas de las actividades que muchas mujeres realizamos en nuestra vida cotidiana. Esta rutina forma parte del trabajo de cuidados que mayoritariamente hacemos las mujeres, como herencia de un sistema patriarcal en donde se nos habían consignado las actividades reproductivas, mientras a los hombres se les consignó realizar las actividades económicas, productivas, políticas, sociales, entre otras de orden público.
En ese sentido, el diseño de las ciudades, del espacio, de las calles, se realizó enfocado en satisfacer las necesidades de los hombres que paralelamente han sido las necesidades del mercado. Es así como, desde la división sexual del trabajo se han creado modelos de ciudades que históricamente han olvidado las actividades reproductivas, haciendo aún más complicada la vida cotidiana de las mujeres, pues la falta de elementos urbanos y de infraestructura que contribuyan a las labores de los cuidados han sido prácticamente nulos.
De acuerdo con la CEPAL, el cuidado es un término que caracteriza las relaciones entre personas cuidadoras y personas receptoras de cuidado en situación de dependencia: niños y niñas, personas con discapacidad o enfermedades crónicas, y personas adultas mayores. Si bien el diseño de las ciudades debe efectuarse desde diferentes aristas, para las mujeres existen dos que son fundamentales, no solo para realizar sus actividades cotidianas sino también para realizarlas de forma segura: las ciudades deben diseñarse desde un enfoque de prevención de la violencia contra las mujeres y desde un enfoque de cuidados.
Este último se ha puesto de manifiesto de forma más reciente, pues la pandemia por COVID-19 dejó expuesta la necesidad que tenemos todas las personas de recibir cuidados. Asimismo, se evidenció que no contamos con ciudades que permitan ejercer estas tareas, sino por el contrario, su diseño ha dificultado el poder realizarlas y que por supuesto las mujeres somos las más afectadas al respecto.
Los modelos de ciudad basados en la división sexual del trabajo han complicado la vida cotidiana de las mujeres, pues la falta de elementos urbanos y de infraestructura que contribuyan a las labores de los cuidados han sido prácticamente nulos.Foto: GIZ México
Hoy en día, un enfoque de planeación urbana se centra en las ciudades cuidadoras. Este término surge desde el pensamiento feminista interdisciplinar que, como señala Doreen Massey, toma como base que el espacio “refleja y tiene efectos sobre las formas en que se construye y se entiende el género en las sociedades en las que vivimos” [1] y que por tanto existe una división sexual del espacio y tiempo de manera que hay un espacio para lo simbólicamente masculino y otro para lo femenino [2] sin que ello signifique que las mujeres no estén presentes de diversas y complejas formas en los espacios considerados como productivos [3], lo que ha implicado que las formas de trasladarse se encuentren diferenciadas por las actividades que se realizan de forma cotidiana en las ciudades.
Aplicando la perspectiva de género podemos identificar las brechas de desigualdad existentes en este tenor, por ejemplo, de acuerdo con la Cuenta Satélite del Trabajo no Remunerado de los Hogares de México del INEGI 2020, el trabajo no remunerado de las mujeres fue equivalente al 20.2% del PIB, mientras que el realizado por los hombres al 7.4%. Ahora bien, desde el análisis feminista es imperativo contribuir a la disminución de brechas a partir de planificar las ciudades de forma que permitan integrar el trabajo doméstico (remunerado o no) así como las labores de reproducción, como una necesidad a satisfacer en el espacio público.
Por ello, es necesario incentivar la implementación de acciones que prioricen a las personas que hacen uso de los espacios públicos en la diversidad del territorio, visibilizando la importancia de proporcionar el soporte físico necesario para el desarrollo de las tareas correspondientes. Un territorio que pone al centro los cuidados favorecerá siempre la autonomía de las personas dependientes y, además, permitirá conciliar las diferentes esferas de la vida cotidiana.
A través de políticas públicas e instituciones se puede cambiar el enfoque de diseño de las ciudades para contribuir a una nueva forma de distribución del trabajo productivo y reproductivo entre hombres y mujeres.Foto: GIZ México
Los últimos tiempos han puesto en evidencia de forma contundente, la importancia y el significado de los cuidados. El bienestar social no puede suceder si no consideramos que la actividad de cuidados es fundamental para proveer de todo aquello que nos permita una existencia armónica y saludable, en la que las mujeres han tenido un papel trascendental para la existencia de la humanidad.
Los cuidados deben considerarse como un derecho y la corresponsabilidad en ese sentido es fundamental para construir sociedades igualitarias en las que el Estado, el mercado, la familia, las mujeres y los hombres, aporten a dichas actividades dejando de lado la división tradicional entre actividades reproductivas y productivas que atienden a los estereotipos de género en el que las mujeres son concebidas como las únicas responsables de proveer las actividades de cuidado mermando el disfrute de otros de sus derechos y reproduciendo brechas de desigualdad.
Resulta necesario promover, entre otros fines, la creación y el fortalecimiento de sistemas de cuidados, y la transformación de los roles de género, así como la aceleración de una recuperación económica equitativa tras la pandemia de COVID-19 con la ejecución de compromisos y acciones concretas sobre el cuidado. Para lo cual deberá considerarse una gestión intersectorial para el desarrollo gradual de sus componentes -servicios, regulaciones, formación, gestión de la información y el conocimiento, y comunicación para la promoción del cambio cultural- que atienda a la diversidad cultural y territorial “los servicios de cuidado y atención que se refieren a los servicios públicos o los trabajos mercantilizados” [4].
Tanto los espacios urbanos como rurales requieren que se piense y se considere la gran aportación a las actividades de cuidado, a partir de visibilizarlas y desarrollar los espacios pensando en un sistema que permita a todas las personas ejercer el derecho al cuidado en armonía con el disfrute de otros derechos. El Estado tiene un rol en la forma en que se organiza socialmente el trabajo y las actividades de cuidados; a través de sus políticas públicas, instituciones y la producción simbólica, deberá cambiarse el enfoque en el que se han diseñado hasta ahora las ciudades, para darle un giro en el que la planeación del espacio público, de las calles, del desarrollo urbano contribuyan a una nueva forma de distribución del trabajo productivo y reproductivo entre hombres y mujeres.
*Directora de Proyectos Estratégicos y titular de la unidad de género de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano
Las formas de moverse en las ciudades se encuentren diferenciadas por las actividades que se realizan de forma cotidiana en ellas.Foto: GIZ México
En GIZ México la perspectiva de género es un eje de trabajo transversal en nuestra cooperación con contrapartes, aliados y socios para hacer ciudades más sustentables y un transporte de personas y mercancías más amigable con el medio ambiente.
Referencias
[1] En Flather, A. (2013). Space, Place, and Gender: The Sexual and Spatial Division of Labor in the Early Modern Household. History and Theory. 344-360
[2] Chant, S. (2013). Cities through a “gender lens”: a golden “urban age” for women in the global South? Environment & Urbanization. International Institute for Environment and Development (IIED). 25(1): 9–29. DOI: 10.1177/0956247813477809.
[3] Brito, M. (2016). División sexual del trabajo: espacio público, espacio privado, espacio doméstico. En Moreno, H. y Alcántara, E. (Coord.). Conceptos clave en los estudios de género. Volumen I. México: CIEG-UNAM.
Cuando vas a la playa, te has preguntado ¿quiénes participan en su cuidado y aprovechamiento?
La participación para un manejo costero eficiente es un desafío hoy en día en las ciudades, ya que son vastos los sectores, instituciones e intereses involucrados, además de los actores necesarios para lograr un balance entre lo social, lo económico y lo ambiental.
Un ejemplo que trae beneficios múltiples es la participación ciudadana en los procesos de planificación urbana. La participación ciudadana, al ser un proceso de interacción y conocimiento respecto a la ciudad, el territorio y su medio ambiente, detona la organización entre las personas, desarrolla capacidades de gobernanza ambiental y refuerza el tejido social y los lazos de cooperación entre las y los ciudadanos.
Sin embargo, para lograr la conservación de los ecosistemas en las ciudades suelen transcurrir largos periodos debido a intereses particulares para tomar acuerdos, lo que muchas veces frena avances a corto plazo. En los informes sobre participación ciudadana en América Latina de 2010 en adelante, México se ha ubicado como uno de los países con menor participación social organizada a nivel internacional [1], lo cual indica que los mecanismos actuales para participar son obsoletos y se necesitan procesos urbanos innovadores de inclusión ciudadana.
De hecho, la Red Interamericana para la Democracia [2] indicó que uno de los diez asuntos clave para el manejo costero integrado en Iberoamérica es la ciudadanía activa y participativa. Sin embargo, también se reconoce como uno de los aspectos más complejos debido a la redistribución de poder relacionado con la asignación de recursos naturales que conlleva, lo que implica la construcción de esquemas de cooperación.
La participación ciudadana en la planeación de las ciudades fortalece el vínculo entre las personas y el medio ambiente.Foto: GIZ México
Es por ello que, desde la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) en México, a través del proyecto “Desarrollo sustentable de regiones costeras urbanas mediante la integración de servicios ecosistémicos y biodiversidad” (BIOCITIS), tenemos un eje de trabajo con el que buscamos generar procesos participativos de toma de decisiones en tres regiones costeras prioritarias asociados a las medidas de acción que se implementarán con el proyecto, donde se respeten las necesidades y se incorporen a los grupos vulnerables en la discusión, decisión, realización y seguimiento del desarrollo local. Para lograrlo, se trabaja a nivel subnacional con los gobiernos municipales de tres regiones costeras prioritarias y a nivel federal con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), así como con aliados y actores de la sociedad civil, academia y sector privado.
La participación de distintos sectores en la planeación urbana costera promueve ciudades inclusivas y prósperas.Foto: GIZ México
Como parte de este trabajo conjunto, está por venir un primer evento de acercamiento ciudadano llamado «Jornadas participativas: construyendo la ciudad costera que soñamos«, con el cual se busca incorporar a los grupos de jóvenes en las ciudades costeras piloto y diseñar con ellos las actividades del proyecto donde se integren sus necesidades e intereses, así como rescatar la mirada de la ciudadanía joven y adulta en los procesos de planeación.
Estas jornadas forman parte de una serie de encuentros durante el presente año para fortalecer el proceso ciudadano participativo, promover el debate y la discusión entre la ciudadanía y los gobiernos a través de la activación en espacios públicos identificados en las ciudades piloto. Esto ayudará a recoger opiniones y propuestas de cooperación que se presentarían el marco de las actividades de “Octubre Urbano” en su edición 2022.
Referencias
[1] Gil Fernández, Felisol, (2013). “La responsabilidad social universitaria desde la perspectiva ambiental: universidad y desarrollo sustentable”, tesis de maestría UNAM.
Se ha hablado de la importancia de la participación tanto de la ciudadanía como de los distintos tipos de gobierno para preservar sus ciudades, sus ecosistemas, sus costas y, por supuesto, sus playas. Por ello, esta vez hablaremos de la importancia de las playas como destinos limpios y saludables, su acceso, uso público, beneficios físicos, mentales, sociales y económicos, así como sus retos y casos de éxito.
Esta conversación es parte del Encuentro de saberes Repensar las ciudades costeras desde la biodiversidad y en esta ocasión la plática se titula Si ciudades sanas quieres, preservar tus playas debes.
Contaremos con la participación de la Mtra. Anaid López Urban, jefa de Departamento de Integración Normativa Ambiental del Turismo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), de la Lic. Ivonne Jasibi Cuesta Zarco, jefa de Proyecto de Estudios de Calidad del Agua de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), y con el Dr. Omar Cervantes Rodríguez, de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima.
En enero de 2020 se supieron los primeros casos de contagio por un virus denominado SARS-CoV-2 (COVID-19) en China, que se propagó de inmediato al resto del mundo hasta declararse una pandemia el 11 de marzo por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ante esto, los gobiernos comenzaron a implementar medidas para frenar la propagación que implicaron el cierre parcial de sus economías.
Estas medidas tuvieron efectos negativos como la desaceleración de las economías, la caída en las inversiones, la contracción de la demanda y oferta, problemas en las cadenas globales de suministro, la disminución de ingresos en los hogares, así como severas afectaciones en el combate a la pobreza y la reducción de las desigualdades.
La extensión de la pandemia se convirtió en una crisis sanitaria, económica y social, exacerbada en países que ya enfrentaban un contexto complejo, como en México y el resto de América Latina y el Caribe (ALyC), donde impactó en un momento de debilidad económica y vulnerabilidad macroeconómica. Condiciones a las que hay que sumar la crisis medioambiental que ya se había declarado emergencia climática.
La pandemia obligó a los gobiernos a redefinir sus planes y asignar recursos para responder y mitigar sus efectos. En materia fiscal, las economías desarrolladas movilizaron 6.3 billones de dólares para gasto y alivio tributario y 5.2 billones de dólares en instrumentos de liquidez, inversión equivalente al 12.7 por ciento y 11.3 por ciento del PIB en promedio, respectivamente.
En contraste, en economías como las de ALyC, la respuesta fiscal en las economías emergentes alcanzó un rango del 4 por ciento del PIB en gastos adicionales y alivio tributario.
En estos contextos las economías desarrolladas pudieron proyectar un crecimiento del 5.5 por ciento para 2021 y del 4.2 por ciento en 2022, mientras que para las economías de ALyC se esperan tasas del 5.9 por ciento y del 2.9 por ciento, respectivamente. Estimaciones más recientes al momento de escribir esta información ubican el crecimiento con tasas aún más bajas incluso llegando a 2.5 por ciento en el caso de México, cifras que no lograrán recuperar la caída en el PIB en el año 2020.
Contexto nacional
En México el paciente cero fue confirmado el 28 de febrero de 2020. Para el 23 de marzo se había declarado la fase 2 de dispersión comunitaria de la contingencia por COVID-19. La fase 3 de respuesta ante el COVID-19 inició el 21 de abril, con lo que se decretó abruptamente el paro temporal de actividades no esenciales, el cierre de espacios públicos como parques, bares y playas, y la limitación de la movilidad.
La reapertura gradual de las actividades comenzó a partir de junio del mismo año, sin embargo, los impactos negativos, agudizados por una economía ya golpeada, se percibieron en distintos ámbitos como la contracción de la oferta y la demanda, pérdida de empleos y disminución de ingresos para empresas y hogares, entre otros. La pérdida de empleos, por ejemplo, sumó entre marzo y abril 10.4 millones del sector informal y 2.1 millones del formal, recuperados en un 81 por ciento aproximadamente al cierre de 2020.
Para enfrentar los estragos de esta crisis, el gobierno de México llevó a cabo, además del plan de vacunación, acciones para enfrentar la pandemia como la aprobación del Fondo para la Prevención y Atención de Emergencias con 180.7 millones de pesos, equivalentes al 0.7 por ciento del PIB – fondo del que no se supo más al ser turnado al Senado – microcréditos a empresas, la negociación del aumento en más del 34 por ciento del poder adquisitivo del salario, entre otras igualmente paliativas, pero insuficientes.
El municipio al ser la unidad territorial, política y administrativa básica, encargada de garantizar los servicios básicos a la población, de gestionar los espacios públicos y de materializar objetivos y metas federales y estatales a acciones locales, y con la mejor perspectiva y entendimiento de las necesidades locales por su proximidad a la población, es imprescindible en la tarea de recuperación económica.
Plan de recuperación
Si bien la pandemia representa grandes desafíos en la esfera municipal, se puede ser creativo en el diseño de soluciones para el retorno a una nueva normalidad para alcanzar, por ejemplo, municipios sostenibles y ciudades verdes, sustentados en un marco de desarrollo socioeconómico y medioambiental que adopte y abone en las agendas globales como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (A2030), el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres (RRD)[1], el Reglamento Sanitario Internacional (RIS)[2], el Marco de Salud en Todas las Políticas (MSTP)[3] y la Nueva Agenda Urbana (NAU)[4].
Figura 1. Evolución de las respuestas a la pandemia de Covid-19. Fuente: Elaboración propia
Las ciudades verdes son un concepto que busca el desarrollo de urbes más sostenibles y resilientes, con la capacidad para ofertar acceso a alimentos sanos y garantizar una vida mejor para toda la sociedad. Con base en lo anterior, y considerando el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) que recomienda una reconstrucción con desarrollo sostenible para salir de esta crisis, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) identificó cinco ejes temáticos relacionadoscon la respuesta a la pandemia y alcanzar una recuperación resiliente desde el ámbito local:
Desarrollo urbano y vivienda
Gobernanza territorial; movilidad sustentable, sana y segura
Espacio público y comunidad
Acceso a la infraestructura urbana, equipamiento y servicios básicos
Género y territorio
Estos ejes evidencian una vinculación con el Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 3 Salud y Bienestar, el ODS 8 Trabajo Decente y Crecimiento Económico y el ODS 11 Ciudades Seguras, Inclusivas, Resilientes y Sostenibles. La articulación de las respuestas a la pandemia vinculadas al cumplimiento de los ODS se puede apreciar en el siguiente esquema.
Figura 2. Vinculación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible con la respuesta a la pandemia de Covid-19. Fuente: Elaboración propia con datos de ONU-Hábitat
Figura 3. Pasos del Plan de Recuperación Socioeconómica Municipal. Fuente: Elaboración propia con datos de ONU-Hábitat
El PRESEM sugiere el establecimiento de una plataforma operativa y de gobernanza que permita diseñar, ejecutar, gestionar, monitorear y evaluar el plan, así como la coordinación al interior de la administración y de ésta con otras instituciones. Para ello se propone la consolidación de los diferentes equipos con sus respectivas funciones, para planear, ejecutar y monitorear el establecimiento del PRESEM.
Ejemplos de financiamientos disponibles son los siguientes:
Fondo Canadá para Iniciativas Locales: es un programa diseñado para apoyar proyectos a pequeña escala con gran impacto, que estén alineados con las prioridades temáticas del Departamento de Asuntos Globales de Canadá. El programa está dirigido a proyectos concebidos y diseñados principalmente por socios locales. Los proyectos son seleccionados y aprobados por la Embajada de Canadá en México. Todos los proyectos deben estar alineados con al menos una de las siguientes prioridades temáticas: a) equidad de género y el empoderamiento de niñas y mujeres y b) Gobernanza inclusiva.
Convocatoria de proyectos 2021 para el apoyo a la Cooperación Descentralizada Francia-México: tiene como propósito dar continuidad a los proyectos conjuntos implementados en convocatorias anteriores, así como generar nuevas iniciativas de cooperación entre gobiernos locales de ambos países. Los proyectos podrían inscribirse dentro de las siguientes prioridades: salud, desarrollo económico local y regional, innovación y promoción territorial, integración y cohesión social, fortalecimiento de las capacidades administrativas y de planificación de las autoridades locales y desarrollo rural y urbano sustentable, medio ambiente y lucha contra el cambio climático.
Fuentes y mecanismos de financiamiento
Los municipios pueden considerar tres fuentes de financiamiento para la implementación del PRESEM: recursos propios, recursos provenientes del Gobierno Estatal y del Gobierno Federal y apoyos extraordinarios.
La fuente propia podría sin duda gestionarse y redirigirse según las necesidades, sin embargo, mantiene complejidades derivadas de restricciones legales para la reasignación de partidas, además de que la mayoría de los municipios no suelen captar montos importantes de recursos.
Por otro lado, tenemos los recursos gubernamentales etiquetados para cumplir con diferentes objetivos, como aquellos dispuestos en fondos de contingencia, fondos revolventes con aportaciones peso a peso por parte de los tres niveles de gobierno.
Como tercera fuente tenemos los apoyos extraordinarios, los cuales podrían apalancar en gran medida el PRESEM dependiendo de la capacidad del gobierno municipal para captar estos recursos. Los apoyos extraordinarios pueden presentarse como asistencia técnica, donación en especie, financiación reembolsable y no reembolsable, alianzas público-privadas y otras fuentes privadas de financiación. Ésta puede representar una ventaja en la solicitud de recursos la cooperación internacional, el sector privado, organizaciones no gubernamentales (ONGs), entre otros.
En este contexto existen diversas fuentes de financiamiento nacionales impulsadas en su mayoría por fondos internacionales o iniciativas fuera de México para apoyo en el desarrollo de proyectos y ciudades verdes.
Se tienen recursos en la banca de desarrollo como el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, S.N.C. (Banobras), Banco Nacional de Comercio Exterior, S.N.C. (Bancomext), Nacional Financiera, S.N.C. (Nafin) y en representaciones del Banco Mundial, por mencionar algunas.
Si bien el apoyo del gobierno mexicano para la recuperación económica y a ciudades verdes resilientes no fue el requerido o necesario, existe una gran cantidad de recursos de otras fuentes que están disponibles para ejecutarse en proyectos que coincidan con los objetivos estratégicos de dichos fondeadores.
En nuestra experiencia como asesores de MIPYMES y emprendedores, la mayoría de las veces nos encontramos con grandes proyectos / empresas que no plasman de manera convincente o atractiva el gran potencial de sus propuestas y que no logran convencer a los fondos de capital (en este caso) de que las ideas o temas hacen buen “fit” con ellos.
El gran problema por resolver radica en la estructuración adecuada de proyectos lo cual, afortunadamente ya está atendido por los dueños de los recursos financieros y han emitido guías de estructuración de proyectos. Ejemplos de esto son: La Guía Metodológica de Recuperación Socioeconómica Municipal en contexto de COVID-19; la Nueva Agenda Urbana de ONU-Hábitat; la iniciativa FELICITY del Banco de Inversión Europea con GIZ que ofrece “El ABC para La Preparación de Proyectos de Inversión Exitosa”, entre otros.
Incluso el Green Climate Fund, el fondo más grande para impulso a inversiones sustentables establece guías y directrices para que las entidades acreditadas por éste puedan someter proyectos para su financiamiento.
La necesidad existe desde los años 90 e incluso antes; no ha dejado de ser urgente la atención del tema del cambio climático y sus consecuencias si la temperatura del planeta se incrementa más de 2°C y cada vez se vuelve más relevante, cada vez hay más conciencia mundial y cada vez se destinan más recursos para la lucha en favor del planeta.
Si bien la pandemia ayudó un poco a “limpiar el planeta”, su impacto económico nos urge a actuar de inmediato y aprovechar la coyuntura para hacerlo de manera sostenible, impulsando proyectos “verdes”. El punto clave está en estructurar esos proyectos verdes de manera adecuada, entender los indicadores de impacto relevantes, investigar el fondo o el financiador que mejor encaja con el proyecto para su puesta en marcha.
La estructuración de proyectos es la clave, no el dinero disponible, porque hay mucho y muchos financiadores dispuestos a poner su grano de arena, solo se requiere hacerlo bien y por los canales adecuados, incluso la rapidez de la implementación de esos proyectos tiene que ver con la estructuración integral de los mismos y mientras más rápido se entregue todo bien, más rápido se estará implementando y logrando los impactos esperados.
*GreenMomentum es una consultora con amplia experiencia en gestión y financiamiento de negocios y emprendimientos con enfoque medioambiental.
Notas
[1] Acuerdo que ofrece a los Estados miembros un conjunto de acciones concretas para proteger los beneficios del desarrollo contra el riesgo de desastre. Va de la mano con otros acuerdos de la Agenda 2030. Más información en: https://bit.ly/31T3JZI
[2] Instrumento legalmente vinculante que cubre medidas para prevenir la propagación internacional de enfermedades infecciosas. Más información en: https://bit.ly/3pH5UI4
[3] Es un enfoque de salud pública que toma en cuenta, de manera sistemática, las implicaciones de las decisiones sobre la salud, busca sinergias, y evita impactos negativos sobre la salud, con el objetivo de mejorar la salud de la población y la equidad en salud. Más información en: https://bit.ly/3DIDCC5
[4] Guía global que ofrece definiciones claras y aplicaciones prácticas sobre los principios de desarrollo urbano sostenible. Más información en: https://bit.ly/31Gx8XD
Referencias
CEPAL (2021). “Estudio Económico de América Latina y el Caribe. Dinámica laboral y políticas de empleo para una recuperación sostenible e inclusiva más allá de la crisis del COVID-19”. [En línea]. Disponible en: https://bit.ly/3s6Yotd
Secretaria de Hacienda (2021). Impacto de la pandemia COVID-19 en el mercado laboral mexicano y en el SAR. [En línea]. Disponible en: https://bit.ly/3DFUglK
Banco de México (2021). “La Tasa de Participación Laboral ante el Choque de COVID 19”. [En línea]. Disponible en: https://bit.ly/3Gy4y9I
INEGI (2021). “Producto Interno Bruto de México durante el cuarto trimestre de 2020”. [En línea]. Disponible en: https://bit.ly/3lPYsJL
INEGI (2020). “El INEGI presenta resultados de la segunda edición del ECOVID-IE y del estudio sobre la demografía de los negocios 2020”. [En línea]. Disponible en: https://bit.ly/3rSqJ63
Secretaria de Trabajo y Previsión Social (2020). “Exitosa estrategia de reactivación económica y recuperación del empleo en México”. [En línea]. Disponible en: https://bit.ly/3lT8wS6
CEPAL (2020). “Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2020: principales condicionantes de las políticas fiscal y monetaria en la era pospandemia de COVID-19”. [En línea]. Disponible en: https://bit.ly/3oBe7ON
CEPAL (2020). “Sectores y empresas frente al COVID-19: emergencia y reactivación”. [En línea]. Disponible en: https://bit.ly/33hNtSX
FAO (2020). “Llamamiento a la acción. Ciudades Verdes para reconstruir mejor en aras de los ODS – Un nuevo e importante proyecto”. [En línea]. Disponible en: https://bit.ly/33qLETX
En México, las ciudades costeras enfrentan retos ante el cambio climático, el deterioro de ecosistemas y el crecimiento no controlado. Hay soluciones, pero necesitan financiamiento sostenible y mecanismos financieros que hoy casi no aplican.
Si las ciudades logran producir más recursos financieros podrán transformarse en lugares más sanos y resilientes, pero ¿qué instrumentos financieros existen? ¿Cuáles son los mayores obstáculos y qué tiene que cambiar para generar financiamiento para ciudades verdes resilientes y recuperar plusvalía para el desarrollo urbano sostenible? ¿Hay casos exitosos en México?
Las respuestas a estas preguntas las discutiremos en nuestro próximo Encuentro de Saberes «Repensar las ciudades costeras desde la biodiversidad», titulado Retos y oportunidades: financiamiento municipal para ciudades costeras sustentables, donde contaremos con la participación del Dr. Ignacio Kunz Bolaños, investigador titular de la UNAM, y Carlos Brown Solà, especialista en justicia económica del Instituto del Sur.
La gran concentración de población en las ciudades demanda grandes cantidades de productos y servicios para satisfacer las necesidades y estilo de vida de la población. Esto representa un interés primordial de las autoridades estatales y municipales para gestionar las condiciones de operación y asegurar la movilidad sustentable del transporte de carga, siendo parte de la planeación del sistema urbano y la política de gestión de la calidad del aire.
En ese sentido, la alta tasa de motorización y la mala calidad del aire en Jalisco representa una problemática ambiental y de salud pública para la población, dadas las elevadas emisiones de gases contaminantes provenientes de los vehículos que representan el 43 por ciento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en total [1]. Hasta 2021, se tenían registrados 4.5 millones de vehículos con una antigüedad promedio de 20 años, siendo las pick-up, las SUV y camiones ligeros las categorías con más unidades circulando, además de los vehículos ligeros y motocicletas [2].
Ante esto, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) del estado de Jalisco y la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) en México, a través del Programa Transporte Sustentable, colaboran para realizar una campaña de medición de emisiones a través de sensores remotos de la flota vehicular de carga ligera y pesada que circulan en la entidad.
La tecnología de sensor remoto permite la valoración de emisiones contaminantes de un gran número de vehículos en condiciones reales de operación mientras circulan sobre una vialidad, así como la identificación de los vehículos que son considerados altos emisores. A través de un dispositivo que detecta las emisiones vehiculares cuando un vehículo circula e interrumpe el haz de luz proyectado por el sistema a lo ancho de una vialidad, el sensor remoto determina las concentraciones del escape de HC, CO, dióxido de carbono (CO2), NO y de humo.
Medición de escapes altos de camiones de carga. Fuente: CMM, 2021
Para llevar a cabo esta campaña, la SEMADET en conjunto con el Centro Mario Molina (CMM) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) seleccionaron puntos de muestreo con mayor circulación de vehículos de carga en carretera de municipios del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG). La campaña se realizará del 24 de enero al 4 de febrero de 2022.
La información obtenida en la campaña permitirá tener bases para la toma de decisiones de las autoridades en la gestión de la movilidad de mercancías en Jalisco. Además, apoyará el fortalecimiento del programa existente de verificación vehicular en la entidad y ayudará a promover medidas de mantenimiento preventivo, renovación del parque vehicular y la chatarrización, entre otras. De esta manera, se prevé mejorar la calidad del aire a través del monitoreo y control de las emisiones vehiculares contaminantes.
Propuesta de puntos de muestreo con sensor remoto.Fuente: CMM, 2021
Referencias
[1] Inventario de Emisiones de Gases y Compuestos efecto invernadero de Jalisco 2017. SEMADET.
[2] Base de datos de la Secretaría de la Hacienda Pública del estado de Jalisco, 2021. Diagnóstico y análisis de la situación actual de la flota vehicular de Jalisco 2021 para Piloto Medición Sensor Remoto, elaborado por el CMM.
Seguimos con las charlas de los Encuentros de Saberes “Repensar las ciudades costeras desde la biodiversidad”. En esta ocasión, conversaremos sobre los ecosistemas costeros como protectores ante el embate de fenómenos meteorológicos cada vez más intensos debido al cambio climático: huracanes, ciclones tropicales, lluvias torrenciales, entre otros, en ciudades costeras.
Sobre estos retos, soluciones y beneficios podrás escuchar en nuestra plática titulada Me protejo, me protejo, me protejo: la naturaleza como protectora ante eventos meteorológicos, en la cual nos acompañará la Coordinadora de Soluciones basadas en Naturaleza de WWF México, Pilar Jacobo Enciso, y la Dr. Gabriela Mendoza González, de la Facultad de Ciencias en la Unidad Académica Yucatán de la UNAM.