La Economía Circular desde la Base: El Trabajo de Personas Recicladoras en la Costa de Oaxaca

¿Alguna vez te has preguntado quiénes son las personas que reciclan tus residuos una vez que los entregas al camión de la basura? Las personas recicladores base, previamente conocidas en México como pepenadores, son quienes trabajan de manera informal en el manejo de los residuos, típicamente en las etapas de recolección, separación y reciclaje.
La cantidad exacta de personas recicladoras base a nivel mundial es difícil de determinar, debido a que no se cuenta con un seguimiento formal de ellas en la gran mayoría de los países, exceptuando casos como el de Brasil. En el 2013, sin embargo, la Organización Internacional del Trabajo (ILO, por sus siglas en inglés) estimó que existen entre 19 millones y 24 millones de personas que obtienen sus ingresos de recolectar y reciclar residuos, un número que supera a los habitantes de países como Chile o Países Bajos.
La labor de las personas recicladoras base a nivel mundial es fundamental en la gestión de residuos, ya que de acuerdo con la ILO se estima que en este sector a nivel mundial solo una 1 de cada 5 personas tienen un trabajo formal, dicho de otra manera, el 80% de las personas que laboran en la gestión de residuos son recicladoras base.
Las y los recicladores base participan en la mayor parte del proceso de circularidad de materiales y esto cobra una relevancia ambiental ya que, de acuerdo con las Bases para la Elaboración de un Diagnóstico de la Estrategia Nacional de Economía Circular en México del 2024, el índice de circularidad de materiales a nivel internacional es menor al 10% y en América Latina es menor al 1%.
Debido a la naturaleza del trabajo de las personas recicladoras base y a la informalidad en la que se desempeñan, estas personas enfrentan diversos retos, como trabajar en ambientes peligrosos donde se exponen a inclemencias climáticas y sustancias peligrosas, falta de estabilidad y seguridad laboral, variación continua del precio de compra, baja posibilidad de negociación con personas compradoras de residuos valorizables, lo cual reduce la remuneración que pueden recibir por su trabajo, así como una estigmatización y discriminación social e institucional.
Adicionalmente, existen personas recicladoras base en situaciones de mayor vulnerabilidad, tales como personas de la tercera edad, menores de edad y personas analfabetas. En este sentido, es necesario garantizar a todas las personas recicladoras base sus derechos humanos, por ejemplo, a través de la generación esquemas que puedan brindarles seguridad social y laboral, la facilitación de su integración a las comunidades, así como el fortalecimiento de sus habilidades organizacionales.
La Costa Recicla Tututepec

La Cooperación Técnica Alemana (GIZ) en el marco del proyecto “Protección de las regiones costeras mexicanas y sus ecosistemas marinos mediante la reducción de residuos plásticos” (PROCEP), el cual es financiado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMUV) de Alemania, busca mejorar las condiciones de trabajo de las personas recicladoras.
En el marco de PROCEP, Fundación AVINA identificó en 2022 que en seis municipios de la Costa de Oaxaca laboraban 140 personas recicladoras base. De ellas, 63% lo hacían desde sitios de disposición final, 27% en calles de destinos turísticos, y el 10% restante en centros de acopio y con organizaciones de la sociedad civil, siendo 43% mujeres y 57% hombres. Las personas recicladoras base de la Costa de Oaxaca, en promedio, acopian menos de 500 kg al mes de residuos reciclables, los cuales venden a acopiadores regionales entre $1.5 y $4 pesos mexicanos por kilogramo.
En aras de mejorar las condiciones de trabajo de las personas recicladoras base de la región, la GIZ generó alianzas con Fundación AVINA y la organización civil Sociedad Internacional Kanda (SiKanda) para que durante el 2023 y el 2024 se implementara un proyecto piloto en colaboración con el municipio Villa de Tututepec.
Desde entonces se trabaja a través de este proyecto con un grupo de catorce personas recicladoras base de la comunidad de Río Grande, donde SiKanda les capacita, acompaña y asesora para mejorar su organización interna, fortalecer su modelo de negocios e incrementar la cantidad de residuos valorizados. Por su parte, las autoridades municipales y comunitarias han brindado combustible, mantenimiento, instalaciones y facilidades para contar con una ruta de recolección selectiva en la comunidad de Río Grande, la cual cuenta con 15 mil habitantes.
Uno de los primeros retos fue mostrar al grupo que su unión y organización les permitía optimizar su trabajo, y que tiene el potencial de reducir su jornada laboral e incrementar la cantidad de residuos al mes que puede manejar por persona y, por lo tanto, aumentar sus ingresos.
Otro reto fue que diversas personas decidieron abandonar el grupo de Río Grande debido a que aprecian la flexibilidad de tiempo en su jornada laboral, lo cual no es viable con un esquema de rutas de recolección. Este cambió creó la oportunidad de extender el proyecto de La Costa Recicla Tututepec a otro grupo de recicladores base, quienes laboran en la comunidad vecina de Cerro Hermoso.
Para implementar las rutas fue necesario hacer partícipes a las personas de las comunidades para que separaran sus residuos valorizables y los entregaran a los grupos de recicladores base, y los no valorizables al equipo de limpia pública. Para lograrlo, se implementó la campaña de “La Costa Recicla Tututepec”, donde las y los recicladores visitaron las casas y establecimientos de la comunidad, hicieron difusión en la radio local y se realizaron activaciones en sitios públicos para explicarle a las personas la importancia de separar sus residuos y cómo hacerlo.

Como resultado, hasta finales de 2024 se logró que el grupo no se expusiera a los riesgos de trabajar en un sitio de disposición final, incrementar su estabilidad laboral, incrementar sus ingresos 20 por ciento, reducir su jornada laboral 37%, ser reconocidos y procurados por sus comunidades, y evitar la entrada al sitio de disposición final 8 m3 de residuos al mes por parte del municipio, lo que permite extender el tiempo de vida útil de éste. Asimismo, el proyecto ha visibilizado la labor de las personas recicladoras base en la comunidad.
La colaboración de la GIZ con los grupos de Río Grande y Cerro Hermoso concluyó durante el 2024. Sin embargo, SiKanda buscará seguir brindando apoyo a los grupos, y también sumar esfuerzos con las nuevas administraciones municipales.
Este tipo de intervenciones tienen el potencial de generar beneficios sociales, económicos y ambientales para distintos grupos de interés. Para una implementación exitosa, sin embargo, los proyectos deben partir de la obligación de reconocer y garantizar los derechos humanos de las personas recicladoras base, y necesitan realizarse en consideración del contexto local, brindando el acompañamiento necesario para generar un impacto genuino en su calidad de vida.
Materiales de apoyo
Para ayudar a fortalecer a otros grupos se desarrollaron materiales que pueden consultarse a continuación:
- Guía para el manejo de residuos sólidos en espacios educativos.
- Guía de inclusión de personas recicladoras. Una ruta para hacer accesibles derechos humanos y mejorar condiciones laborales y de vida.
- Guía para implementar rutas de recolecta de residuos valorizables con personas recicladoras: una propuesta práctica de modelo de negocio.