Alrededor de 108 millones de personas en México viven en ciudades, lo que representa más del 80 por ciento de la población total. San José del Cabo, en el sur del estado de Baja California Sur, es una de las ciudades de más rápido crecimiento en México.
Su infraestructura urbana se concentra casi exclusivamente en complejos hoteleros y otras zonas turísticas de la franja costera. Sin embargo, faltan espacios públicos verdes y multifuncionales para los habitantes de la ciudad. Hacen falta espacios, por ejemplo, que ayuden a regular la temperatura y bajar el riesgo de inundaciones en la temporada de huracanes, así como lugares seguros, e inclusivos de encuentro y convivencia.
Aquí es donde la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable) coopera con el Ayuntamiento de Los Cabos y socios locales de la sociedad civil para mejorar la resiliencia de un barrio en Colinas de San José, con el objetivo que sus habitantes vivan en un entorno más sano.
Este trabajo consiste en el diseño y la creación de un parque modelo que se adapte a las condiciones climáticas locales a través de soluciones basadas en la naturaleza y que se convierta al mismo tiempo en un lugar de multiusos y bienestar comunitario. La iniciativa nombrada Nuestro barrio resiliente es uno de cuatro proyectos ganadores de la convocatoria internacional “Cities Challenge 2.0”, que busca contribuir a tener barrios más resilientes, habitables, sanos y adaptados al cambio climático en México, Sudáfrica, India y Bangladesh. La iniciativa en el Parque Hundido Pedro Sánchez en Los Cabos inició en octubre de 2021 y terminará en marzo de 2023.
En la ciudad de San José del Cabo, los residentes de Colinas de San José diseñaron y rehabilitaron su parque público en el marco de la convocatoria “Cities Challenge 2.0”, con el objetivo de contribuir a tener ciudades sanas y habitables para todas las personas. Foto: GIZ México
En la iniciativa Nuestro barrio resiliente, los deseos y necesidades de la población local desempeñan un papel clave a lo largo del proyecto. Las organizaciones Niparajá, Urbanería y EPI integraron a las y los vecinos en todas las actividades que se llevaron a cabo en el parque, desde la propuesta de diseño hasta los talleres participativos que se realizaron para transformar el espacio de manera conjunta. Los talleres se enfocaron en infraestructura verde y reforestación, arte urbano y urbanismo táctico, así como mobiliario urbano como áreas de descanso y bancas de picnic.
Además, las organizaciones ASA y Philanthropiece implementaron talleres de educación financiera y de primeros auxilios con varias escuelas cercanas, los y las vecinas del parque y otra colonia de Los Cabos.
“Esto es importante para mí, porque me interesa repetir este tipo de ejercicios. Vengo seguido a este parque y por esto me interesa que esté bonito y que mi comunidad tenga espacios dignos”.
Beatriz González, vecina del Parque Hundido Pedro Sánchez
Y así se transformó el espacio: se plantaron más de 300 plantas de vegetación nativa, se crearon 3 módulos de descanso, una parada de transporte público, 8 cuencas y un pozo de absorción para recoger y almacenar el agua de lluvia, se pintaron 3 murales y se creó un jardín botánico. Casi 200 residentes de la ciudad se han ofrecido como voluntarios para ayudar.
Gracias a las cuencas y el pozo de absorción disminuye el riesgo de inundaciones, mientras que el agua de lluvia queda disponible durante más tiempo para las plantas del parque. Los cruces peatonales, la parada de camión, una rampa de acceso y las áreas de descanso contribuyen a un espacio más habitable y seguro para los habitantes de las zonas aledañas.
“Es muy importante mejorar los espacios en general, reforestando con flora nativa, porque es una zona árida, así que tenemos que hacer uso de recursos hídricos que son valiosos en esta parte del estado. Me parece una obra importante y necesaria para este tipo de espacios”.
Giovanni Labastida, vecino del parque
Otros de los resultados de esta iniciativa fue la creación del comité vecinal a través del cual las y los vecinos están organizados y tienen canales de comunicación directos con el Ayuntamiento. Durante varios talleres de mantenimiento, se acordaron roles y responsabilidades entre los habitantes y el Ayuntamiento para mantener el parque. De manera adicional, los vecinos comentan que aumentó la percepción de seguridad en el parque y hay más interacción y comunicación entre sus visitantes, incluso se han formado nuevas amistades y relaciones.
Estos resultados fueron posibles con la gestión y el apoyo del Ayuntamiento, que estuvo involucrado a través del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) de Los Cabos como enlace, y 9 áreas y direcciones que aportaron al éxito de la iniciativa, como la Dirección de Servicios Públicos.
Este esfuerzo colaborativo fue reconocido durante el Congreso Mundial de Parques Urbanos en Monterrey en noviembre 2022, durante el cual la iniciativa recibió el primer lugar otorgado por la Asociación Nacional de Parques y Recreación (ANPR), en la categoría salud y bienestar.
Al igual que en San José del Cabo, el proyecto “Desarrollo sustentable de regiones costeras urbanas mediante la integración de servicios ecosistémicos y biodiversidad” (BIOCITIS), de la GIZ México, también desarrolla medidas en otras regiones costeras mexicanas que protejan los ecosistemas de las ciudades y las hagan más habitables al mismo tiempo. En total, el proyecto contribuirá al mejor manejo de 30,000 hectáreas de ecosistemas y espacios públicos desde ahora y hasta 2024, siempre en estrecha colaboración con la población local para tener en cuenta sus necesidades e ideas.
La iniciativa “Nuestro barrio resiliente” integra elementos de reforestación e infraestructura verde, mobiliario urbano, urbanismo táctico, así como capacitación en primeros auxilios y temas financieros. Foto: GIZ México