En la segunda charla del Encuentro de saberes: repensar las ciudades costeras desde la biodiversidad, platicaremos sobre la importancia de considerar a la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en la planeación urbana y territorial, comenzando desde las políticas públicas y con la participación colectiva. Además, abordaremos las razones por las que en México no han sido considerados franca e integralmente los servicios ecosistémicos en la planeación de las ciudades costeras, y por qué un tema de tan importante va ganando interés hasta ahora.
En esta sesión nos acompañan Luis Alberto García Castañeda, de la Dirección de Geografía y Análisis Espacial de IMPLAN Morelia, y Alfonso Iracheta Cenecorta, Coordinador de Estudios Urbanos y Ambientales del Colegio Mexiquense.
Este evento tiene por objetivo compartir lecciones aprendidas sobre la implementación de acciones para enfrentar el cambio climático desde las ciudades. Se compartirán los casos de éxito logrados en GIZ México en conjunto con el gobierno federal y los gobiernos locales y que han sido sistematizados en el documento “Lecciones aprendidas del Proyecto de Protección del Clima en la Política Urbana CiClim 2017 – 2020”.
El evento contará con la participación de actores locales y organizaciones de la sociedad civil, que en colaboración con GIZ México, han llevado a cabo acciones para impulsar la conservación de la biodiversidad urbana, programas municipales de desarrollo urbano con criterios de servicios ecosistémicos y cambio climático, iniciativas locales de seguridad vial, movilidad urbana sustentable e infraestructura verde, entre otros.
Para dar cierre al evento, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) compartirán su visión sobre la relevancia de las acciones climáticas urbanas y la necesidad de coordinar esfuerzos entre el sector urbano y el ambiental.
Fecha y hora: 17 de agosto de 2021, 11:00 a 12:00 hrs.
El miércoles 28 de julio comenzaremos un ciclo de encuentros para repensar las ciudades costeras desde la biodiversidad. A lo largo de los próximos nueve meses, nos acompañarán personas que han sido claves en el desarrollo de experiencias para integrar la biodiversidad en la dinámica urbana. Así, abordaremos los retos, necesidades y posibilidades para implementar acciones que nos permitan construir ciudades costeras resilientes, prósperas y sanas a partir de la conservación de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos.
Tocaremos temas sobre la planeación del territorio y las ciudades, la relación de la biodiversidad con las actividades económicas que se llevan a cabo en las ciudades, el vínculo entre los ecosistemas costeros como manglares y humedales en la protección, salud y bienestar de las personas que habitan las ciudades, así como temas sobre la gobernanza, el financiamiento y los esfuerzos de comunicación necesarios para llevar a buen término las iniciativas para integrar la biodiversidad en las ciudades.
Estos diálogos se realizan en el marco del proyecto Desarrollo sustentable de regiones costeras urbanas mediante la integración de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos (BIOCITIS), implementado por la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) por encargo del encargo del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), en colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
En la primera charla, Ciudades costeras y biodiversidad en el contexto de la agenda urbano ambiental, nos acompañan Sergio Mendoza de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y Javier Garduño de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Platicaremos sobre la relación entre la biodiversidad y las ciudades, así como los retos y beneficios de implementar la Agenda Urbano Ambiental en las ciudades costeras.
Una zona de bajas emisiones, comunes en ciudades europeas, es una zona urbana donde se aplican medidas más estrictas para las fuentes contaminantes, como prohibición de cierto uso de combustibles o maquinaria, así como la restricción del acceso para determinados vehículos según sus emisiones contaminantes (partículas PM 10 y PM2.5, óxidos de nitrógeno NOx, etc).
Durante el segundo encuentro de la comunidad de practica Breathable Cities, del 13 al 15 de julio de 2021, dos ciudades de India y México presentaron sus prototipos de proyectos de zona de bajas emisiones a implementar. Ambas ciudades parten de la situación de contaminantes elevados como PM10, PM2.5 y NOx, presentes por la combustión de vehículos automotores que circulan en estos centros urbanos, y la necesidad de mejorar la calidad de vida de quienes viven y circulan en estas zonas.
Como parte de las actividades del encuentro, las dos ciudades fueron cuestionadas sobre el alcance de sus proyectos y además recibieron recomendaciones por parte de los especialistas para fortalecer sus propuestas técnicas en los siguientes puntos:
La delimitación de la zona a intervenir, ya que la extensión de esta zona y sus principales actividades define el tipo de restricciones y normas que deberán regir las acciones para mejorar la calidad del aire.
Las restricciones vehiculares que usarán y los tipos de vehículos restringidos (de carga, comerciales, autobuses, motocicletas, etc).
Las formas de medir la calidad del aire de forma continua, por sensores remotos, sensores de bajo costo, estaciones de monitoreo fijas, los puntos de medición, etc., ya que actualmente existen pocas estaciones de monitoreo en esas áreas y se requiere información precisa sobre qué es lo que respiran las personas en estas zonas.
Cómo involucrar a los diferentes actores en estos proyectos, ya que se trata de centros urbanos con alta actividad comercial, de servicios y templos religiosos, esto último en el caso de India.
Además, cada ciudad trabajará por separado en definir los siguientes aspectos:
El tipo y alcances de la zona de bajas emisiones propuesta de manera que comprenda una extensión manejable y permita identificar las principales actividades económicas y sociales que se realizan en ellas. También se pretende conocer a los actores involucrados, tipo de vehículos en los que se abocarán, así como plantear las normas a observar (como restricción del paso de automóviles contaminantes, fomentar la movilidad no motorizada, uso de calcomanías de verificación, horarios de funcionamiento, etc).
Diseñar una estrategia de gobernanza para que, de forma paralela a la implementación del plan de zona de bajas emisiones, se sensibilice a la población e informe de manera clara a los actores impactados por las normativas, por ejemplo, si se opta por la restricción vehicular.
Continuar con el mapeo de datos e informaciones para el desarrollo y seguimiento del proyecto que permita construir una línea base de la calidad del aire actual y, con base en estas informaciones, plantear metas, así como el tiempo en que éstas se pretenden alcanzar.
¿Moda o necesidad? Esta discusión sigue en muchas de las ciudades europeas con un enfoque en la efectividad de las medidas restrictivas sobre los resultados en la calidad del aire. Sin embargo, en ciudades de países emergentes, como India y México, es urgente tomar acciones que ayuden a disminuir la congestión vehicular en los centros urbanos, pero sobre todo a mejorar la calidad del aire que se respira.
México es un país privilegiado al contar con más de 11,000 km de costas, las cuales atraviesan 17 estados (56 por ciento del territorio nacional) e influyen sobre 263 municipios, en los que habita cerca del 40 por ciento de las y los mexicanos. Además, las regiones costeras son de especial relevancia para la economía, pues generan cerca del 36 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y concentran el 75 por ciento de los empleos del sector turístico.
Los ecosistemas de las zonas costeras son la columna vertebral de su desarrollo económico. La mayor parte de los bienes y servicios que se producen en ellas dependen directamente de los servicios proporcionados por la naturaleza, como la pesca, el turismo, el transporte marítimo, o la producción y el transporte de hidrocarburos. Sin embargo, sus beneficios van más allá de la economía, ya que son el soporte para la regulación del clima y el mantenimiento del clima y la biodiversidad, la salud y la identidad sociocultural de muchas personas que habitan tanto dentro, como fuera de ellas.
La combinación de ecosistemas terrestres y marinos hacen de las ciudades costeras un lugar especial, donde se expresa mejor que cualquier otro sitio, la idea que sin “azul no hay verde”[1].
Las bahías, barras costeras, playas arenosas, lagunas costeras, los estuarios, sistemas lagunares-estuarinos, arrecifes, humedales y dunas costeras, representan un refugio esencial para mantener la biodiversidad y la crianza de diversas especies. Además, sirven como un depósito y un filtro natural que mantiene los ciclos del agua, la cual, a su vez, se aprovecha para el desarrollo de las actividades agropecuarias e industriales, lo que ayuda a garantizar la seguridad alimentaria.
Además, los ecosistemas de zonas costeras contribuyen a reducir la cantidad de gases efecto invernadero en la atmósfera, evitan la erosión del suelo, permiten el desarrollo de actividades portuarias, inmobiliarias y turísticas, aportan a la recreación y esparcimiento y protegen a las comunidades de los efectos provocados por eventos climáticos extremos, como inundaciones y huracanes, ante las cuales son altamente vulnerables.
Por otra parte, las costas se encuentran cada vez más afectadas por el crecimiento poblacional y los asentamientos humanos. La expansión urbana y actividades asociadas como el turismo modifican los usos del suelo, especialmente sobre el litoral costero y ejercen una importante presión sobre el mantenimiento de su biodiversidad y la integridad de los ecosistemas y sus servicios.
Cuando el desarrollo urbano es desordenado, o cuando se implementan prácticas de producción y consumo poco sustentables, las consecuencias son la fragmentación, degradación e, incluso, la pérdida de hábitats naturales, así como la sobreexplotación de los recursos naturales.
Lo anterior vulnera la resiliencia de las comunidades frente a los efectos del cambio climático e incrementa el riesgo de que ocurra un desastre, eleva la probabilidad de que la población padezca enfermedades, y reduce sus posibilidades para conservar sus medios de vida, empleos e ingresos, poniendo en riesgo, paradójicamente, la “gallina de los huevos de oro”, de la cual depende.
A nivel mundial, y en especial en América Latina y Caribe, las zonas costeras registran un acelerado crecimiento demográfico. Esta situación se explica, entre otros, por la disponibilidad de recursos naturales estratégicos (asociados a la cercanía con el océano), el clima, la disponibilidad de terrenos vacantes (como espacios intermareales y bordes costeros), una mayor inversión pública en infraestructura urbana y patrones históricos de asentamientos en estos lugares.
En el caso de México, entre 1995 a 2005 la población de los estados costeros creció en un 33.4 por ciento y el 73 por ciento habitaba en zonas consideradas urbanas, siendo Quintana Roo, Baja California y Baja California Sur los estados con mayores tasas de crecimiento.
Cooperación por ciudades costeras resilientes, prósperas y sanas
En julio de 2020 inició oficialmente en México el proyecto “Desarrollo sustentable de regiones costeras urbanas mediante la integración de servicios ecosistémicos y biodiversidad” (BIOCITIS) apoyado por el Ministerio Federal alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) e implementado por la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) y el Gobierno de México a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), los gobiernos locales de tres regiones costeras pilotos y otros actores de la sociedad civil, academia y sector privado.
Con este proyecto cooperamos en el eje de ciudades sustentables para potenciar ciudades y regiones costeras resilientes, prósperas y sanas en México, mediante el objetivo de “mejorar la protección de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en regiones costeras urbanas”.
Al combinar la protección, restauración y gestión sostenible de sus ecosistemas con la agenda de planificación, gestión e infraestructura urbana, apuntamos a colocar en el centro de la acción los temas que preocupan y demandan la sociedad: economía, resiliencia, salud, sin contraponerlos a los desafíos ambientales y climáticos y permitiendo así atraer a los actores que son responsables directos de los cambios de uso de suelo o presiones, como los sectores turístico de gran escala, inmobiliario, agrícola, entre otros, y no solo a aquellos que están sensibilizados sobre la importancia de la conservación.
Con ese fin nos orientamos a optimizar la planeación y gestión de 40,000 hectáreas de ecosistemas en tres ciudades costeras, implementar iniciativas locales basadas en la naturaleza, como infraestructura verde, para protegerlos, restaurarlos y compartir los aprendizajes con otras regiones costeras de México, Alemania y otros países.
Las regiones piloto fueron seleccionadas para maximizar el impacto de la cooperación, con base en su volumen de población (mayores a 150 mil habitantes) y por ser representativas de la diversidad de realidades y problemáticas costeras en México. Se trata de las principales ciudades del municipio de Los Cabos en Baja California Sur, donde el turismo es una fuerza modeladora de su transformación; la ciudad de Boca del Río en Veracruz, con una dinámica metropolitana ligada al desarrollo comercial, portuario y de servicios; y las localidades de Chetumal y Bacalar en Quintana Roo, en tránsito de una dinámica agropecuaria a una mayor urbanización y diversificación de sus actividades económicas.
A través de este blog les compartiremos las acciones, resultados e impactos, así como reflexiones y experiencias derivadas de su implementación. En un contexto donde la pandemia por el COVID-19 hizo todavía más evidente la necesidad de una recuperación guiada por principios de sostenibilidad, les invitamos a compartir con nosotros todas aquellas buenas prácticas que demuestre la relevancia de las agendas integrales, entre ciudades y naturaleza, entre los grises, azules y verdes.
[1] La expresión tomada de las declaraciones de la oceanógrafa española Elena Ceballos, miembro del proyecto “Ocean Twilight Zone” sobre la zona crepuscular marina, hace referencia a que “los océanos son los pulmones de la tierra, al retener las mayores cantidades de dióxido carbono (CO2) de la atmósfera”. Sin ello no sería posible la regulación del clima en la tierra y con ello la vida. Tomado del Diario El País, 21 de junio de 2021.
Con este proyecto se espera empoderar a las mujeres como ciclistas, compartir experiencias para crear entornos más seguros para las niñas y los niños, que haya una apropiación del espacio público y que se refuerce la presencia de las y los ciclistas en las calles y avenidas de las ciudades.
La Biciescuela, impulsada por las organizaciones civiles Ciencia Azul y Mujeres en Bici León, el municipio de León y la GIZ México y que se presentará el 17 de julio, impartirá talleres de educación ambiental dirigidos a niñas, niños y jóvenes, así como talleres de seguridad, movilidad y mecánica dirigidos a las jóvenes y mujeres adultas. Además, será itinerante para alcanzar distintas zonas de la ciudad: la primera parada será en la estación de Transferencia Delta, una de las más importantes del sistema de transporte público de la ciudad.
Las actividades se dividen en espacios de aprendizaje según el nivel y objetivo de las capacitaciones. El grupo «Semillas» está dirigido a personas que no saben andar en bicicleta. En tanto, el grupo Raíces va dirigido a personas que saben usar la bicicleta, pero que buscan mejorar su destreza. Después, el grupo Árboles es para quienes buscan usar la bicicleta como un transporte cotidiano. Por último, el grupo Ramas busca desarrollar destrezas para circuitos complejos y formar una comunidad de apoyo para ciclistas.
Estas actividades se suman a otros esfuerzos en materia de movilidad como los cursos de “Movilidad Activa”, los cuales son impartidos por la Dirección General de Movilidad del municipio a personas infractoras de tránsito, a través del cual se busca replicar en parte el taller de “Sensibilización en movilidad y seguridad vial” brindado por la GIZ México a actores clave del municipio.
El proyecto forma parte de la colaboración de la GIZ con la ciudad de León para fortalecer su desarrollo urbano sustentable, como reducir las emisiones que aceleran el cambio climático y la resiliencia ante este fenómeno, la protección e incremento de los servicios ecosistémicos, desarrollo de emprendimientos verdes, así como la movilidad urbana sustentable.
Este trabajo se desarrolla a través del proyecto de Protección del Clima en la Política Urbana de México (CiClim), ejecutado por encargo del Ministerio Alemán de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU) y forma parte de la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI).
*Orlando Avilés es asesor de Ciudades del proyecto de Protección del Clima en la Política Urbana de México de la GIZ México.Frida Reyes es Presidenta de Ciencia Azul A.C.Jessica Salmán es Jefa de la Unidad de Movilidad No Motorizada en la Dirección General de Movilidad del municipio de León.
A través de esta serie de capacitaciones dirigidas a las empresas transportistas de México, se proporcionará información detallada sobre los retos, costos y beneficios de la aplicación de distintas tecnologías, con la finalidad de facilitar su adopción en las flotas existentes de las empresas participantes. Se realizarán tres sesiones, cada una enfocada a una tecnología en particular:
Reducción de ralentí
Llantas y sistemas de inflado automático
Telemetría (monitoreo remoto)
Las capacitaciones son resultado de un esfuerzo conjunto entre la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el North American Council for Freight Efficiency (NACFE) y la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) en México.
Para registrarse, favor de dar click en el enlace para que se encuentra en cada una de las sesiones, de donde será redirigido a una página externa en Eventbrite creada por el coorganizador NACFE.
Si usted pertenece a una empresa transportista, le invitamos también a responder esta breve encuesta sobre su conocimiento y aplicación de las tecnologías que se tratarán en las capacitaciones.
Reducción de ralentí
En esta primera sesión se abordarán las tecnologías que permiten reducir la operación en ralentí. Además, una empresa mexicana compartirá su experiencia al aplicar tecnologías para la reducción de ralentí en sus flotas.
Fecha y hora:
7 de septiembre de 2021,
10:00 a 11:00 hrs.
Todo acerca de llantas y sistemas de inflado automático
Este es el segundo evento de la trilogía de capacitaciones en línea que buscan brindar información a personas del transporte de carga para mejorar la eficiencia en sus unidades. En esta ocasión, la sesión se enfocará en las llantas y los sistemas de inflado automático.
Fecha y hora:
21 de septiembre de 2021,
10:00 a 11:00 hrs.
Telemetría (monitoreo remoto)
En el último evento de la trilogía de capacitaciones en línea, que buscan brindar información a personas del transporte de carga para mejorar la eficiencia en sus unidades, la sesión estará enfocada en los sistemas de telemetría.
Durante el XXI Congreso Latinoamericano de Transporte Público y Urbano (CLATPU) distintos actores compartieron sus experiencias sobre la implementación de proyectos que fomentan la movilidad activa de las personas, como el uso de la bicicleta durante la pandemia por COVID-19. A su vez, se habló de los retos y beneficios de promover un transporte público eléctrico en estados como Nuevo León, Jalisco y Ciudad de México, sin dejar a un lado la importancia del traslado de mercancías en las ciudades, mismo que se ha incrementado durante la crisis sanitaria.
CLATPU reúne a autoridades de transporte y movilidad, así como estudiantes, docentes, operadores, consultores académicos y todas aquellas personas interesadas en los temas de transporte público y urbano, movilidad urbana, movilidad sostenible, gestión urbana y planificación del tránsito y transporte. Este año, la edición XXI se llevó a cabo entre el 29 de junio y el 1 de julio y fue organizado entre la Fundación Latinoamericana de Transporte Público y Urbano (ALATPU) y el Gobierno del estado de Nuevo León, con el apoyo de diversas organizaciones, entre ellas GIZ México.
Fortalecimiento de la movilidad activa
En el panel de Movilidad Activa funcionarios de distintas ciudades presentaron las intervenciones y avances que se han desarrollado en éstas para fortalecer la movilidad peatonal y ciclista.
Juan Espadas, del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) de Mérida, presentó el proyecto ANDA Mérida, una intervención cultural y de urbanismo táctico que incluye actividades de socialización, diálogo y participación comunitaria. Después, Aldo Villareal, Director General de Ordenamiento Territorial y Urbanismo de Torreón, presentó los impactos que se han generado desde la inauguración de la Ciclovía Emergente, Ciclovida, sobre la Calzada de Colón.
A continuación, Antonio Godoy González, Secretario de Movilidad y Espacio Público de Morelia, compartió que la Norma Técnica de Diseño de Calles y el curso de Calles e Infraestructura Verde ayudaron a optimar los proyectos que brindan más y mejores espacios a peatones y ciclistas. Por último, Ileana Cerón, cofundadora de FabCity Yucatán, presentó la aplicación digital de código abierto Movidata, una herramienta que mapea, identifica características y obstáculos de las rutas de transporte público, información que ayuda en la toma de decisiones en la intervención del espacio público y mejorar la experiencia de usuarias y usuarios de este tipo de transporte.
Los tres actores reconocieron que aún hay retos financieros, institucionales y técnicos para facilitar la introducción de una mayor flota de autobuses eléctricos. Sin embargo, también reconocieron que lo principal es contar con voluntad política y promover una movilidad sustentable que no genere emisiones contaminantes y que mejore la calidad del aire en las ciudades.
Logística urbana para un transporte eficiente y limpio
Ante el flujo de mercancías y la constante emisión de gases efecto invernadero y contaminación atmosférica, el tema de la logística urbana cobra relevancia para tener ciudades competitivas y bajas en emisiones, así como promover medidas a nivel federal y subnacional en la materia.
El Programa Transporte Limpio (PTL), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), va dirigido a empresas transportistas con el objetivo de adoptar medidas tecnológicas en sus flotas y de capacitación al personal en temas de eficiencia y reducción de emisiones. Además, SEMARNAT y el Programa Transporte Sustentable (PTS) de la GIZ México trabajan con actores públicos y privados para impulsar y crear medidas para mitigar las emisiones contaminantes y así mejorar del transporte de carga en el país.
En tanto, las experiencias de Colombia, a través de ICLEI, y las medidas recomendadas por la Iniciativa Climática de México (ICM) respecto a la mejora de la logística urbana de mercancías se componen una serie de estrategias e iniciativas que en conjunto tienen un impacto en la forma de distribuir las mercancías, como lo son…
La circulación de los de vehículos de carga en un carril confinado.
Horarios nocturnos para el abastecimiento de tiendas y almacenes.
Diseñar y gestionar los lugares de estacionamiento para carga y descarga.
Descarbonizar la última milla, como la electrificación de vehículos de distribución, la ciclo-logística y la innovación tecnología en el transporte.
La generación de datos de logística urbana para la toma decisión de actores públicos.
Diseño y uso de herramientas digitales para sistematizar y operar medidas efectivas.
De esta manera se busca fomentar un transporte de carga competitivo, eficiente y limpio.